miércoles, 2 de mayo de 2012

Mi experiencia: preparación durante el embarazo y parto con homeopatía

Lo primero que debo contar es mi experiencia con el parto, que ha sido estupenda.

Me desperté a las seis de la mañana con pinchazos, como dolores de menstruación, y me empecé a fijar si tenían una pauta regular. Efectivamente, aparecían cada siete minutos.

Aguanté una horita en la cama, y comprobé que se iban juntando. A las siete, ya eran cada seis minutos.

Me levanté, desayuné, di alguna vuelta por casa y ya, hacia las ocho y cuarto, empezamos a prepararnos para ir al hospital. Desde antes de desayunar ya estaba alternando ACTAEA RACEMOSA y CAULLOPHYLUM THRALICTOIDES, cada media hora, más o menos, para facilitar la dilatación y el trabajo de parto.
Ingresé a las nueve y media de la mañana, con un centímetro de dilatación.
Continué con las tomas y a las once estaba de tres centímetros. Tardaron algo de tiempo en pasarme a paritorios porque llegó una urgencia y cuando me llevaron, haci ala una, ya estaba de cinco centímetros. En ese momento, como el neceser homeopático lo tenía mi madre, dejé de tomar los dos medicamentos, pero ya estaba todo bastante rodado. En cuanto me rompieron la bolsa, empecé a tener ganas de empujar, muchas. Fue cuando pedí la epidural, porque las contracciones se hicieron contínuas; no había tiempo de descanso entre una y otra.
Tardaron un poquito en ponérmela, porque la anestesista tuvo alguna que otra dificultad, pero a la tercera fue la vencida. A partir de entonces, y sabiendo que la epidural retrasa el final del parto, mi niña nació en menos de hora y media; sí es cierto que después de la epidural, mi madre entró en paritorios y tomé una última dosis de ACTAEA RACEMOSA, para acelerar el proceso.

Fue una experiencia muy bonita, sin ningún trauma y, gracias a la homeopatía, rápida y sin complicaciones.

Para preparar el parto, durante los primeros meses de embarazo, tomé una dosis de CÁLCAREA PHOSPHORICA, que ayuda a que el parto vaya bien, además de quitar dolores de muelas durante el embarazo (comprobado en mí misma).
También tomé una dosis de PULSATILLA, para facilitar la colocación del bebé con la cabeza hacia abajo. Ya estuvo así desde el quinto mes, prácticamente.

Además de estos remedios, que son espcíficos para el embarazo y parto, la homeopatía la utilicé para curarme todas las pequeñas cosas que surgieron durante el embarazo, que no podían solucionarse con medicina tradicional, por motivos obvios.

A partir de ese día, mi niña ha tomado homeopatía para sus cositas (gases, hipo, una uñita que se le encarnó, prevención de efectos secundarios de las vacunas, ...)y va estupendamente.